El esqueleto quiso advertirle, pero llegó tarde. Miró en cambio, impotente, cómo el colibrí portador de la nueva cepa fatal de dengue lo introducía irremediablemente en su amigo. Malthus celebra en su tumba.
¿Un villano alemán que manda colibríes coloridos y en apariencia inofensvos a inocularle dengue a sus enemigos? Me encanta. Menos mal que no se le ocurrió a Hitler.
2 comentarios:
El esqueleto quiso advertirle, pero llegó tarde. Miró en cambio, impotente, cómo el colibrí portador de la nueva cepa fatal de dengue lo introducía irremediablemente en su amigo. Malthus celebra en su tumba.
¿Un villano alemán que manda colibríes coloridos y en apariencia inofensvos a inocularle dengue a sus enemigos? Me encanta. Menos mal que no se le ocurrió a Hitler.
Publicar un comentario