No se dejen engañar. Detrás de esa fachada de presunta candidez anida una idiosincrasia oscura. Fíjense, por ejemplo, que en el chocolate fundido hay micro-cristales de droga. Sí, ¡droga en estado puro! El botija ese, tan tierno que parece, no es más que un adicto irredento en busca de otra dosis de droga.
5 comentarios:
que prolijitos los graffitis montrealeses!
comiendo brownies.. son un amor
No se dejen engañar. Detrás de esa fachada de presunta candidez anida una idiosincrasia oscura. Fíjense, por ejemplo, que en el chocolate fundido hay micro-cristales de droga. Sí, ¡droga en estado puro! El botija ese, tan tierno que parece, no es más que un adicto irredento en busca de otra dosis de droga.
Qué flagelo la drogo. Y en estado puro!
flagelo puro
Publicar un comentario